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Esta conferencia busca plantear tres preguntas y abordar posibles respuestas en torno a la democratización del conocimiento.
La primera pregunta es: ¿Por qué democratizar el conocimiento es un imperativo del momento actual? Naturalmente, antes de intentar responder a esta pregunta hay que al menos esbozar qué se entiende por “democratización del conocimiento”, término que podría parecer evidente pero que, sin embargo, puede dar lugar a no pocas ambigüedades. Esto puede llevar a una cascada de nuevas preguntas: ¿de qué conocimiento estamos hablando? ¿del conocimiento de quiénes estamos hablando? Sin pretender en absoluto abarcar la cuestión en su totalidad sino, por el contrario, acotando deliberadamente el campo de la reflexión, nos referiremos al conocimiento avanzado, el que se adquiere en la formación universitaria. Nada tiene que ver esta elección con adjudicarle al conocimiento avanzado alguna superioridad intrínseca en relación al conocimiento “común” derivado o bien de la práctica o bien de aprendizajes fundamentalmente orientados a la práctica.  Pero no podría negarse que, para mal y para bien, es el conocimiento avanzado quien más poder de impactar en vidas y destinos de personas y sociedades tiene. Eso justamente hace que el grado en que su orientación está guiada por intereses particularistas, generalmente asociados a diversas élites, o por procesos más democráticos y participativos, parezca cuestión no menor. Se intentará argumentar esto último, particularmente en relación al momento actual.
La segunda pregunta es: ¿Cuáles son las vías para democratizar el conocimiento? Abordaremos dos de ellas: democratizar el acceso al aprendizaje y democratizar la propia producción de conocimiento a través de las agendas de investigación. La cuestión del aprendizaje tiene algunas complejidades, pues no se trata sólo de aprender en el sentido clásico del término, sino de aprender a través de la aplicación del conocimiento adquirido a problemas de cierta complejidad y no rutinarios. Ambas formas de aprendizaje requieren tener oportunidades para aprender; abrirles espacios a dichas oportunidades no es sencillo en ningún caso, pero mientras que en el primero la cuestión puede dirimirse en buena medida dentro del propio sistema de educación superior, en el segundo, por tener carácter más sistémico, las acciones abarcan al conjunto del cuerpo social. La segunda vía de democratización del conocimiento es la de democratizar su producción, lo que lleva directamente a la cuestión de las agendas de investigación. Nuevamente se presenta aquí la pregunta: ¿por qué es importante democratizar dichas agendas? Las agendas de investigación se conforman con los problemas y las preguntas que se formulan quienes tienen capacidad para lograr que se haga efectiva la búsqueda de respuestas. Puede ocurrir que haya quienes tengan problemas y preguntas sin esa capacidad para que las agendas de investigación las tomen; puede ocurrir también que haya quienes no tienen la capacidad de formular cierto tipo de preguntas, aunque mucho se beneficiarían de que fueran planteadas y respondidas. Democratizar las agendas de investigación implica ampliar las voces y los intereses que participan en su conformación; esto a su vez implica ampliar las posibilidades de que el conocimiento se ocupe de problemas de más gente. Esto justifica intentar responder la segunda pregunta planteada.

3.- ¿Cómo se puede avanzar en la democratización de las agendas de investigación? El centro de la cuestión está en llegar a conocer problemas y preguntas cuyas respuestas requieren investigación, referidas a personas o situaciones con escasa capacidad de agencia en el campo del conocimiento, para luego hacerlas visibles e impulsar su ingreso a propuestas concretas de trabajo. Esta cuestión está lejos de ser simple. La expresión “enfermedades olvidadas”, es un buen ejemplo de cuan no democráticas han llegado a ser las agendas de investigación en salud, aunque este no sea un caso en haya que salir a buscar los problemas, puesto que estos son bien conocidos. Dentro del mismo tema, hubo que descubrir que había problemas de mujeres que las agendas de investigación en salud ni siquiera asumían como problemas, para que se legitimaran como tales y pudieran, ahora sí, ser estudiados. En este caso, mujeres médicas fueron vehículos de la visibilización de lo antes invisible. ¿Quiénes podrían actuar como esos vehículos en el caso más general de las poblaciones vulnerables, desposeídas, marginalizadas?  Las universidades están llamadas al ruedo, sin duda. Pero en soledad poco podrán avanzar. Las políticas públicas –y no sólo las de I+D+i, aunque ellas también, por cierto- son actores en juego. Pero en todas partes hay barreras que limitan fuertemente su actuación. De estas barreras, de carácter fuertemente sistémico nos ocuparemos, también, así como de estrategias posibles para enfrentarlas.

Acerca de Judith Sutz Vaisman

Judith Sutz Vaisman es ingeniera electricista y profesora uruguaya, investigadora de la Universidad de la República y, desde 1992, es Coordinadora de la Unidad Académica de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC). Tiene un máster en Planificación del Desarrollo por la Universidad Central de Venezuela y es Doctora en Socio Economía del Desarrollo por la Universidad de la Sorbona

Judith Sutz Vaisman

Universidad de la República


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Conferencia a través de YouTube a través de este enalce: https://youtu.be/IqvMTN8HZKo