Innovación, transferencia de conocimiento y difusión social del patrimonio cultural

El sector de la cultura tiene una importancia social que excede su impacto económico directo, porque además del valor económico que pueda generar como otros sectores de la economía, produce el denominado «valor cultural» (estético, espiritual, social, histórico y de autenticidad)1, de difícil medida, pero no por ello menos relevante.
Desde el punto de vista socioeconómico, el sector realiza aportes directos a las principales magnitudes socioeconómicas (PIB, empleo) y, a la vez, contribuye indirectamente a otros sectores, como el turismo o la hostelería; además, tiene un
impacto destacado en otros muchos, debido a que es un sector fuertemente ligado a la creatividad, pudiendo actuar, además, como fuerza para el cambio social y cultural.
Todo ello ha justificado el desarrollo de metodologías estadísticas que ayuden a comprender mejor este sector, donde destacan el Marco Europeo de Estadísticas de Cultura de EUROSTAT (ESSnet-Culture 2012) y el Marco de Estadísticas Culturales de la UNESCO (2012). En el caso español, el Instituto Nacional de Estadística ha puesto en marcha el Anuario de Estadísticas Culturales, con periodicidad anual desde 2005. Para delimitar el sector, el citado Anuario considera parte de la cultura los siguientes sectores: bienes culturales (monumentos históricos, museos, sitios arqueológicos, patrimonio natural, otros); archivos y bibliotecas; libros y publicaciones periódicas; artes plásticas (pintura, escultura, fotografía, diseño, arquitectura); artes escénicas y musicales (teatro, ópera, zarzuela, danza, conciertos) y audiovisual (cine y vídeo, música
grabada, radio y televisión) (INE, 20192). De acuerdo con la edición 2018 del citado Anuario, en 2017 el sector empleaba a 687 200 personas, que representaba el 3,7 % del empleo total en España ese año; el empleo en este sector está caracterizado por tener una formación académica superior a la media: el 67,1 % frente al 42,5 % del total. Desde el punto de vista económico, las actividades culturales contribuyeron al Producto Interior Bruto con 27 521 millones de euros en 2016, que representó el 2,5 % del total.