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Mié, 24/04/2024 - 13:14

Adela García Aracil es investigadora científica titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y forma parte del equipo de INGENIO desde el año 2002. En esta nueva edición de Somos INGENIO nos habla de su implicación en proyectos que buscan colocar la cultura y la educación como cuartos pilares del desarrollo sostenible. La investigadora ha formado parte del equipo creador de la primera Red Universitaria de Innovación Social en Europa. Adela García apuesta por que la ciencia española impulse la motivación de su personal y mejore la promoción de la carrera investigadora y administrativa, dos ámbitos que "se necesitan", afirma. En los últimos años, ha participado en varios congresos internacionales como experta en Innovación Social y Educación, compaginándolos con la maternidad y escuchando de vez en cuando Mambo Number 5.

¿Cuál es tu trabajo dentro de INGENIO? Soy Investigadora Científica del CSIC adscrita en INGENIO desde el 2002.

¿Cómo definirías tu día a día en el instituto? Mi día a día se define en formular preguntas de investigación en colaboración con un gran equipo (no tanto en número sino grande por la calidad humana de las personas). Aunque la colaboración en investigación suele ser, principalmente, con gente externa al instituto, sin embargo, el personal de administración del instituto es un pilar fundamental, sin ellos no saldrían bien las tareas que proponemos y los resultados que obtenemos.

¿Cuál es tu línea de investigación? Mi espacialidad es en Economía de la Ciencia, en particular, en Economía de la Educación.

¿En qué proyectos trabajas actualmente? Los proyectos en los que estoy involucrada están asociados al estudio de la relevancia de la educación, la cultura y la innovación social en el desarrollo sostenible, y por lo tanto en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. En cada uno de estos impulsores, me gustaría destacar tres ámbitos de investigación: la contribución de las universidades al desarrollo socio-económico, analizando la productividad y eficiencia de las universidades en sus aportaciones en cada una de las tres misiones principales de la Universidad, es decir, docencia, investigación y transferencia de conocimiento, considerando, por ejemplo, si los programas de estudio ofrecen las competencias adecuadas a los requisitos del mercado laboral, en particular, y de la sociedad, en general, tanto competencias metodológicas, participativas, socio-emocionales, asociadas a las TIC, digitales, a las específicas de empleos verdes (transición ecológica y protección del medio ambiente), a las competencias asociadas a la igualdad de género. La promoción de estas competencias por parte de la educación superior es relevante, por lo que también analizamos, en colaboración con la Universitat de València, la Facultad de Magisteri, las metodologías activas en docencia y aprendizaje. Otro ámbito de investigación es cómo las universidades contribuyen a desarrollar e implementar la innovación social, es decir, al desarrollo de nuevas ideas, servicios y modelos para abordar mejor los problemas sociales y crear nuevas relaciones o colaboraciones sociales. El tercer ámbito de investigación estaría asociado a la consideración de la cultura como cuarto pilar del desarrollo sostenible (el crecimiento económico, la inclusión social y el equilibrio medio ambiental). Sin embargo, para reflejar la complejidad de la sociedad contemporánea no son suficientes estas tres dimensiones, por ello, la UNESCO y la “Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible” han promovido que la cultura sea incluida en el modelo de desarrollo, como el cuarto pilar del desarrollo sostenible.

¿Cuáles son tus últimos resultados? Resaltaría entre los resultados obtenidos el asociado a la co-creación de la primera Red Universitaria de Innovación Social (SUISIA - RED UNIVERSITIS) producto del desarrollo de un proyecto de I+D+i “Retos Investigación”, convocatoria 2018. La RED surge como punto de encuentro del personal docente e investigador universitario que trabaja en innovación social para el reconocimiento de estas actividades, no solamente a nivel institucional, dentro y fuera del mundo académico, sino también a nivel personal y profesional. El impacto desde la creación de SUISIA-RED UNIVERSITIES ha sido, entre otros: la generación de una Unidad Asociada al CSIC donde colaboran docentes e investigadores de la Universitat de València en el área de Educación; la invitación a congresos internacionales como experta en Innovación Social y Educación (véase https://isirc2023.wixsite.com/isirc2023/blank-2) continuando el asesoramiento internacional en la edición ISIRC 2024; la publicación de artículos en revistas internacionales, tanto producto de resultados de proyectos de investigación como de formación de doctorandos; y la formación a profesionales en el enfoque de sistemas de innovación aplicado al patrimonio local.

¿Y retos más inmediatos? Entre los retos más inmediatos, destacaría el desarrollo de una propuesta de generación de conocimiento considerando la relevancia de la transferencia de conocimiento más allá de la comercialización del mismo, considerando el impacto social, educativo y cultural. Por otra parte, plantearía mi desafío de abordar retos de la Inteligencia Artificial en las Ciencias de la Educación.

¿Qué opinas sobre el momento actual de la ciencia española? La ciencia española ha mejorado en temas de financiación como en temas de reconocimiento de líneas de investigación, pero aún hace falta más apoyo público-privado que facilite la financiación, que promueva la innovación y mejore los criterios de evaluación/promoción de la carrera investigadora y administrativa, pues son dos áreas que se necesitan mutuamente, además de mejorar la motivación del personal dedicado a la ciencia española.

¿Qué destacarías de nuestro sistema científico? Hoy en día CIENCIA y SOCIEDAD no se pueden ver de forma aislada. Las universidades están haciendo un papel clave, pero es necesario un impulso de la colaboración público-privada, financiación más estable y autonomía de las instituciones para no solamente realizar actividades de investigación e innovación, sino también atraer y retener talento investigador que nos ayude a proyectar esas soluciones que nos hacen falta en la sociedad para el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

¿Y de la política científica? La política científica premia mucho la excelencia, pero se olvida de premiar valores humanos de colaboración, cooperación, compromiso, responsabilidad, y un largo etc. que afecta al día a día a la labor de las personas, tanto investigadoras como administrativas, además de todos los actores integrados en el sistema científico español.

¿Qué cambios crees necesarios en el sistema de ciencia y tecnología del país? Que además de valorar la parte económica se valore también el impacto social y el valor humano.

En primera persona

  • Una persona que te haya marcado o lo siga haciendo: mi hijo.

  • Un recuerdo: estancia profesional y personal en Washington DC.

  • Un libro: Todo esto te daré, de Dolores Redondo.

  • Una película: Tu mejor amigo.

  • Una canción: Mambo number 5.

  • Tu lugar preferido en el mundo: Santiago de Compostela.

  • Un desafío personal: hacer posible lo que parece imposible.

  • Un deseo: bienestar para mi familia y personas allegadas.